sábado, 9 de junio de 2012

Un altavoz para los sin voz

La actual situación de emergencia económica, sí, de emergencia, en que nos encontramos inmersos en el llamado primer mundo está provocando una diferencia brutal entre las condiciones de vida de los habitantes del llamado primer mundo y las personas que viven (malviven en su gran mayoría) en los conocidos como tercer y cuarto mundo

La coyuntura mundial de crisis económica tiene como primer efecto, a nivel generalizado, el mirarnos el ombligo y centrarnos en nuestras preocupaciones cotidianas, que no son pocas. No restaré importancia, porque resultaría escandaloso,  a las dramáticas estadísticas que, en nuestro primer mundo, reflejan una sociedad cada vez más empobrecida y con una calidad de vida cada vez más baja. 

No obstante, y dicho lo anterior, sería de justicia que tomáramos conciencia de que, muy cerca de nosotros, incluso a unas calles de distancia, personas reales están viviendo verdaderos dramas en su lucha por la subsistencia. Si ya antes de que se iniciara la crisis tenían problemas para tirar adelante, con la complicadísima situación actual se han visto relegados, en muchos casos, al final de la cola de las ayudas sociales.

En este panorama tan desalentador existen unas luces de esperanza, en forma de personas que ofrecen desinteresadamente su tiempo, energía y recursos económicos a llevar consuelo a la gente más castigada por la sociedad. Se trata de iniciativas que pasan desapercibidas en los grandes medios de comunicación, aunque sí que van adquiriendo cada vez más presencia en los foros solidarios y en los grupos deTwitter Facebook. Quizá es que la gente, la que normalmente llamamos "de a pie", se está dando cuenta de que en la sociedad de crisis actual, la única solución que nos queda es el ayudar a los demás, que la satisfacción no viene del tener más, sino del ser mejor persona. Porque los seres humanos son lo más importante. 


En este contexto, me sonaba que alguien había escrito un libro con las palabras "sonrisas" y "Bombay", y eso me picó la curiosidad, porque me parecía una asociación de términos cuanto menos curiosa, muy al estilo de India, eso sí. Entonces me dirigí al buscador más utilizado, Google y tecleé ambas palabras. En la primera entrada, lo que es muestra de su popularidad (y probablemente de una buena acción SEO), ya me apareció lo que buscaba: http:/www.sonrisasdebombay.org

Creando futuros a través del amor

Jaume Sanllorente, periodista y escritor español, abandonó todo para ir a la India a trabajar por las comunidades más desfavorecidas. La fundación que creó en 2005, "Sonrisas de Bombay", tiene uno de sus pilares en la educación de los niños, primer paso para lograr un mundo mejor. A Jaume Sanllorente, un periodista y escritor español al que un viaje de vacaciones a Bombay le cambió la vida por completo. En su libro "Sonrisas de Bombay-El viaje que cambió mi destino", relata todo el proceso personal por el que pasó hasta que decidió dejarlo todo y trasladarse a la India para crear la fundación "Sonrisas de Bombay", con el objetivo de lograr un mundo mejor para los niños. Y en este ámbito, como de todos es sabido, el primer paso es la educación.


Desde su creación, esta asociación se dedica a lo que Sanllorente llama una "lucha pacífica contra la pobreza", proyecto que cuenta con un equipo de personas cada vez mayor. Sus líneas de actuación se centran, en líneas generales, en la educación holística y los proyectos sanitarios destinados a las comunidades más desfavorecidas de Bombay

Y ello para que estos grupos de personas tengan acceso a los derechos humanos básicos. Una cuestión de justicia desigual, y que podríamos paliar con una aportación, que por pequeña que fuera ayudaría, gota a gota, a crear un entorno más benigno para esos seres humanos de Bombay. Y en este contexto, desde nuestro primer mundo podemos contribuir, y mucho, haciendo difusión de la iniciativa mediante dos de las herramientas de la web 2.0 más populares: TwitterFacebook e, incluso, la muy visual Pinterest.

Y yo tengo confianza en que el poder que las nuevas tecnologías de la información nos han otorgado a los usuarios, servirán para que podamos dar fuerza a nuestras reivindicaciones, puede servir para que seamos un altavoz de los sin voz, unos embajadores de sus necesidades. Para que entre todos, desde nuestra posición privilegiada de emisores de información desde la gran plaza pública que es internet, sepamos exigir a los responsables políticos, y a nosotros también, dar visibilidad a los más desfavorecidos de la sociedad


Pues precisamente el contexto actual de redes sociales permite intercambiar, de forma instantánea, diferentes puntos de vista sobre un problemática y, cómo no, soluciones. Y ya se sabe que cuando varios piensan en la solución a un tema, la creatividad crece hasta límites no previstos. Las herramientas que nos facilita internet (blogs, sites de video, foros y mensajería instantánea), enriquecen la cultura humana por la participación de todas las personas

De nuestra buena voluntad depende que la contribución sea útil y positiva. Que resulte en un mundo más justo.



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